Si por algo se puede caracterizar este último trimestre, antes de finalizar la temporada, en la cartelera musical de nuestra ciudad es, sin duda, la búsqueda y resultados en los diferentes formatos de este tipo de espectáculos. Ya no estamos viviendo aquellos tiempos en los que la ópera era de gran espectacularidad y el cabaret, un trabajo para antros de madrugada. Por suerte, los artistas buscan y evolucionan en los procesos y resultados… Y en lo que más adelante describo, está la prueba.
Ópera, Zarzuela, Musical y Cabaret de gran formato…
En este apartado habría que incluir…
Fidelio, de Ludwig van Beethoven estrenada en el Teatro Real con dirección de escena, escenografía, figurines e iluminación de Pier’Alli. Ópera en tres actos con libreto de Joseph von Sonnleithner, revisado por Stephan von Breuning y Georg Friedrich Treitschke, basado en el libreto de Léonore, ou L’Amour conjugal (1798) de Jean-Nicolas Bouilly. Una puesta en escena sobria, acompañada de audiovisuales que daban dinamismo a los diferentes lugares donde transcurría la acción y en la que se generaban atmósferas opresivas y tortuosas.
La Traviata, ópera en tres actos con libreto de Francesco Maria Piave, basado en la novela y la obra de teatro La Dame aux camélias de Alejandro Dumas, coproducida por el Teatro Real, el Gran Teatre del Liceu de Barcelona, la Scottish Opera de Glasgow y la Welsh National Opera de Cardiff. Única ópera de Verdi cuya acción se desarrolla en su contemporaneidad, se convirtió, tras su inicial rechazo, en una de las obras más aplaudidas del compositor, seguramente por los valores universales que laten tras la tragedia de una cortesana mundana. Todo esto lo acentuó el director de escena David McVicar que instaló la historia en un marco de teatralidad profunda, con una sencilla propuesta donde todo transcurría en un espacio de paredes traslúcidas donde el espectador era voyeur de la tragedia humana.
El Caserío de Guridi transcurre en Arrigorri, la aldea imaginaria de Vizcaya donde el libreto sitúa la acción y que tiene algo de lugar idílico congelado en el tiempo, allí, sabemos que todos los problemas tendrán un final feliz. El Teatro Arriaga ha hecho posible que ese breve instante haya vuelto a la realidad cuando se cumplen ochenta y cinco años del estreno de esta zarzuela. La oportunidad de la presentación de este montaje en Madrid se convirtió en un acontecimiento con entradas agotadas desde el primer día gracias a la monumental puesta en escena, digna de cualquier coliseo del bel canto.
La gran duquesa de Gerolstein, opereta de Offenbach con libreto de Henri Meilhac y Ludovic Halévy, se ha podido ver en el Teatro de la Zarzuela, recuperando un género que, durante los siglos XIX y XX, se mostró con mucha frecuencia sobre sus tablas. Eso sí, convenientemente “arreglado” (traducido y adaptado al español) para procurar el disfrute del público que acudió al coliseo madrileño. En esta ocasión, la conocida pieza antimilitarista francesa subió a escena bajo la dirección musical de Cristóbal Soler y con una emblemática producción dirigida por Pier Luigi Pizzi.
Delizia en el Teatro Bodevil de Madrid nos ha permitido una nueva propuesta de fusión: teatro y gastronomía. Una gran apuesta, en estos tiempos en los que las buenas producciones escénicas escasean, en esta ocasión hay un gran despliegue estético con todo lujo de detalles y en el que no se escatimó en gastos para ofrecernos un gran espectáculo de cabaret mientras degustábamos una cena suculenta.
El eunuco llegó desde el Festival de Mérida a Madrid para permitirnos disfrutar de esos clásicos que no hemos podido ver todos los que no tuvimos ocasión de desplazarnos al emblemático teatro emeritense…Pero el teatro de La Latina fue el lugar idóneo al que trasladar esta comedia con toques de revista musical ideada por Pep Anton Gómez y Jordi Sánchez que hizo las delicias del respetable.
Amaluna la nueva producción presentada por el Circo del Sol en Madrid, invitó a los espectadores a transitar por una misteriosa isla gobernada por Diosas y guiada por los ciclos lunares. Su reina, Prospera, celebraba la ceremonia de entrada en la etapa adulta de su hija con un ritual en honor a la feminidad, la renovación y el renacimiento, dando el relevo de estos valores de una generación a otra. El estallido de una tormenta provocada por la propia Prospera obligó a un grupo de jóvenes hombres a aterrizar en la isla, una llegada que desencadenó una épica y emocionante historia de amor entre la hija de Prospera y un joven pretendiente. Siempre que vuelve a Madrid el Circo del Sol es un acontecimiento, al poco de ponerse a la venta las entradas, se agotaron y hubo que ampliar funciones. La espectacularidad en esta ocasión, alcanzó grandes cotas.
Dos peor que uno de Paco Mir se presentó en los Teatros del Canal tras el fulgurante éxito en el National Theatre, en el West End de Londres y en Broadway. Dos peor que uno (One man, two guvnors), estaba ambientada en una ciudad mafiosa, en los años sesenta, donde un pobre chico de suburbio se convierte al mismo tiempo en el criado de dos amos: un gángster y un supercriminal. Los enredos evolucionaban entre la commedia dell’arte, el vodevil, la sátira y la improvisación. Esta comedia con entreactos musicales, dirigida por Alexander Herold con texto de Paco Mir a partir de Arlequín, servidor de dos patrones de Goldoni era un juguete delicioso y disparatado donde el público se sentía el protagonista en muchos momentos del show.
Ópera, Zarzuela, Musical y Cabaret de mediano formato…
En este apartado habría que destacar…
A través de la luz, ópera de mediano formato presentada dentro del Ciclo Flamenco Madrid 2015 en el Centro de Arte Fernán Gómez. En tres movimientos precedidos de una obertura, esta “ópera” nos contaba una historia en la que los miedos a la muerte, el sonido del vacío, la existencia de luz y la vuelta a la vida eran los protagonistas. Todo ello con el concepto de la antigua “Ópera flamenca”, en la que se aunaba el flamenco y la música electrónica creando una paleta abstracta en un paisaje donde la luz era el cuerpo dramático en la escena.
La Dogaresa de Rafael Millán y La Marchenera de Moreno Torroba han sido dos obras que Paolo Pinamonti, actual director del Teatro de la Zarzuela se ha propuesto recuperar, dos pequeñas joyas de la zarzuela de estilo costumbrista y regionalista, de gran belleza estilística y musical.
Clementina de Luigi Boccherini y Ramón de la Cruz ha sido otra importante recuperación de zarzuela neoclásica en el Teatro de la calle Jovellanos que ofreció por primera vez en este escenario. La obra, presentada en dos actos, fue un encargo al músico de Lucca por parte de la madre de su mecenas, Faustina Téllez Girón, condesa-duquesa de Benavente. Gracias a la recuperación de esta obra hemos podido conocer mejor los usos y costumbres de una época no tan alejada en la que los intereses primaban sobre los deseos de los personajes.
El barbero de Sevilla y La gallina ciega se han presentado en una interesante iniciativa programada en el Fernán Gómez-Centro Cultural de la Villa con el nombre de Zarzuela en la Villa-Primer Festival de Zarzuela en formato de cámara. Además, se rodeó, a las piezas musicales, de Conversaciones con la zarzuela, Encuentros con los artistas, Conciertos instrumentales y una exposición de la SGAE sobre este arte musical.
L´Isola Disabitata de Manuel García en los Teatros del Canal, nos ha permitido disfrutar de otro tipo de propuesta operística, por suerte, la ópera ha dejado de ser ese tipo de espectáculo ampuloso y desmedido en todos los sentidos. En los últimos tiempos, cada vez más a menudo, aparecen en la cartelera una serie de montajes como este que describo, a los que se denomina: Ópera de salón. En la Sala Verde; se presentó una producción del Teatro Arriaga dirigida por Emilio Sagi basada en un texto del poeta Pietro Metastasio y como bien reza el título, transcurría en una isla; un espacio que siempre ha deparado buenas situaciones teatrales.
Ópera, Zarzuela, Musical y Cabaret de pequeño formato…
Y en los pequeños frascos es donde se guarda la esencia y el veneno…
Mi, me, conmigo. Porque la vida se puede vivir en directo o en play-back. En el Teatro Alfil hubo una propuesta a caballo entre el café teatro y pequeño musical que nos mostró una galería disparatada de personajes llenos de tics y personalidades confusas.
Inseguridad social…y tal de Enrique Viana en los Teatros del Canal nos permitió disfrutar de un todo terreno, como es Viana, del teatro lírico musical, creo que no hay un personaje tan particular en la escena culta de este país. Tiene conocimientos, técnica y experiencia para enfrentarse a cualquier proyecto de envergadura relativo al bel canto y lo hace, pero también, de vez en cuando, aterriza en los escenarios con travesuras como la de este cabaret lírico-psiquiátrico en el que transitaba por cuplés, zarzuelas y óperas, dándole a todo un aire fresco, loco y transgresor.
El retablo de Maese Pedro de Manuel de Falla en la semana de la Ópera en el Teatro Real, en la que se llevaron a cabo un gran número de actividades para animar a todo tipo de espectadores a acercarse a este templo del bel canto, la presentación de este montaje fue una de las experiencias más sugerentes y ricas para niños-as; un espectáculo que jugaba al teatro dentro del teatro con una realización excepcional por parte de la Compañía Etcétera. Teatro de formato mediano para animar al público a sumergirse en estas poéticas exquisitas donde el teatro, los títeres, la música y el canto se fundían para hacernos vivir una experiencia inolvidable.
La ópera de cuatro notas-Comedia lírica firmada por Tom Johnson fue dirigida por Paco Mir y se presentó en la íntima sala verde de los Teatros del Canal. Compuesta exactamente con cuatro notas, hábilmente moldeadas para que parezcan infinitas, fueron interpretadas por un pianista; el libreto, escrito sin acotaciones, con el fin de que cada director de escena juegue con los cinco personajes que parodian las cinco voces de una ópera: Tenor, barítono, soprano, mezzo y bajo…Se convirtió en una excusa para llenar de juego y locura el escenario.
Lo tuyo y lo mío en el Centro de Arte Fernán Gómez nos mostró esa banda sonora personal que todos tenemos al estilo de Pimpinella, compuesta de trozos de canciones para entender mejor nuestras historias de amor, desencuentros, engaños y despedidas. ¿Quién no ha hecho una pequeña coreografía en el pasillo de casa o ha tarareado fragmentos de canciones sin orden ni concierto pero que se ajustan a nuestra emoción del momento?…Pues eso hizo la Compañía Con un canto en los dientes. Un juguete musical sencillo, lleno de chispa y con más de un momento delirante.
Los Lolas y Los Quintana nos trajeron sus reproducciones fonomímicas inspiradas en el mundo del cine y las telenovelas, a través de las cuales nos mostraron mujeres esperpénticas y locas que deambulaban por el escenario, poseídas por pasiones irrefrenables hacia galanes de pelo cardado. Señoritas exuberantes que bailaban como diosas del sexo o jóvenes imberbes que resultaban ser lobos con piel de cordero.
Cabaret Chihuahua en el Teatro Nuevo Alcalá recuperó ese cabaret que siempre ha tenido algo de crítica social, esperpento que se mofa ante las injusticias que vivimos cada día. Marilyn Monroe, Amy Winehouse, Freddy Mercury, Celia Cruz se montan un show, el mejor de su muerte. Ya que este cabaret desternillante, con su toque vasco y aderezado con maquillaje a lo cantina mejicana nos hizo pensar en personajes de Tim Burton que trasgreden la vida saltando al otro lado de la luna.
Flamenco Kids en el Jalintro fue una fiesta para los pequeños de la casa en la sala Jardiel Poncela del Centro de Arte Fernán Gómez, dentro del programa Flamenco Madrid 2015/Suma Flamenca, se estrenó este espectáculo sugerente; un cuenta cuentos titulado Flamenco Kids en el Jalintro de José Luis Montón y Teresa del Pozo donde unas breves historias nos sumergían en el baile, el toque y la música que a todos los asistentes encandiló.
Ahora, a esperar a ver que nos depara el verano y la nueva temporada.
Foto: Javier del Real www.teatro-real.com