Fue una de esas cosas que sabes cómo empiezan, pero no cómo acaban. Hace tiempo que tenía la necesidad de contar una historia. Y un día, de repente, encontré fuera la chispa que puso todo en marcha. Hace más de un año, charlando con la escritora y periodista Eva Hinojosa, me contó que un grupo de mujeres, profesionales de la interpretación, se habían unido para llevar a cabo una obra de teatro. Ella era una de las escritoras que realizaría la dramaturgia. Mi reacción fue inmediata: “¿Me las presentas?”
Desde el primer día que las vi en acción quedé cautivada. No sólo por lo apasionante que era ver cómo se construye una obra de teatro desde los cimientos, sino porque desde el principio coincidíamos en la letra pequeña, el subtexto de esta aventura. Con esta iniciativa, este grupo de actrices reclamaban mayor presencia de las mujeres en las artes escénicas, y a la vez, dejar de ser secundarias o interpretar personajes esporádicos, a tener papeles protagonistas. La cifras apoyan este análisis y hablan por sí solas: en el teatro de nuestro país las obras están abrumadoramente dirigidas, interpretadas, producidas y escritas por hombres.
El documental que por aquel entonces estaba creciendo en mi cabeza, no se quedaba en mostrar el proceso creativo; si no que el aspecto reivindicativo estaba latente desde el inicio.
A veces la actitud lo es todo. En este caso, la actitud era positiva, con fuerza, convencimiento y energía por cambiar las cosas. Decidieron ponerse en marcha para representar una obra de teatro, escrita por dos dramaturgas, con una directora de escena y protagonizada por doce actrices que se meten en la piel de doce reinas de la historia de Europa. Reinas y mujeres poderosas referentes en la época que les tocó vivir.
El viaje les ha llevado por meses de ensayos, pruebas de vestuario, campañas de promoción, tener que buscar otros trabajos lejos del teatro… Todo ello para conseguir junto a sus compañeras su pasión y sus sueños.
Jill Greenhalgh, del Magdalena Project (http://www.themagdalenaproject.org/es) en El viaje de las reinas, cuenta que, de acuerdo con las estadísticas, al paso que vamos se tardarán 400 años en conseguir la igualdad. Ojalá tuviera la solución para darle la vuelta a esos 400 aterradores años, pero la verdad es que no la tengo, y me atrevo a pensar que no es sencilla. En cambio, lo que sí que tengo claro, es que la solución no pasa por hacer solamente lo que se está haciendo. Ojalá consiga eso con El viaje de las reinas: transmitir que las cosas son posibles y estás en nuestras manos. Hay muchas cosas que cambiar, pero ni podemos ni queremos conseguirlo solas. En Junio, El viaje de las reinas, fue la película documental que inauguró la nueva sala Sala Agnès Varda en los Cinemes Boliche de Barcelona. Una amiga que vino a verla me dijo: “Estaba viendo como las actrices se crecían, se empoderaban a lo largo de la película y yo veía que a ti que te pasaba lo mismo”. Creo que es imposible no sucumbir al espíritu arrebatador de estas actrices, de estas Reinas, que son ejemplo de tantas y tantas mujeres que promueven iniciativas parecidas con objetivos similares. Igualdad, empoderamiento y concienciación.
En este documental intento evidenciar una situación particular, una excusa a través de la cual hablamos también de la realidad de todas las mujeres, sea cual sea su trabajo, dedicación, posición social o ubicación geográfica. La desigualdad está muy presente en nuestra sociedad, y nos afecta a todas, en mayor o menor medida, de forma más o menos evidente. Me gustaría que este documental sirva para que se hable de una casi invisible realidad, para que se debata y sobre todo, para que se actúe.
El viaje de las reinas es un trayecto vital a través de un grupo de mujeres.
Patricia Roda, estudia dirección Cinematográfica en el CECC (Centre d’Estudis Cinematográfics de Catalunya). Ha dirigido varios cortometrajes Como un ángel (2005), Contactos (2004), Como pasa a veces en los sueños (2001).
Ha sido productora de varios largometrajes documentales y de ficción como El Encamado, Juego de Espías (SEMINCI 2013, Premio Simón Mejor Largometraje y Mejor Montaje), Cineclub (Premio Gaudí, Academia del Cine Catalán, Mejor Dirección de Producción 2010), entre otros.
El viaje de las reinas es su primer largometraje como directora. Ha participado en el festivales nacionales e Internacionales, entre los que destacan el Festival Internacional de Cine de Valladolid – Seminci y el Festival de Cine de Málaga en el que ganó la Biznaga de Plata al Mejor Documental en la sección Afirmando los derechos de la mujer.
También participó en el film grupal Yo decido. El tren de la libertad.
Patricia Roda es miembro de la Junta Directiva de CIMA (Asociación de Mujeres Cineastas y de Medios Audiovisuales).